jueves, 3 de septiembre de 2015

NDQFF Capítulo 5



Son las tantas de la madrugada y Eider no consigue conciliar el sueño.
Han sido tantos los acontecimientos de ese día que su cerebro no consigue procesarlos todos. Por si fuera poco se oyen pasar los coches del exterior, es algo raro teniendo en cuenta que su antiguo barrio era muy tranquilo.
Se incorpora del colchón en el que está tumbada y observa a su alrededor. Víctor la ha trasladado a un pequeño ático bastante luminoso que a partir de ahora será su dormitorio.
A su alrededor puede ver infinitas cajas de mudanza y algún que otro objeto acumulado en la esquina del fondo. Está claro que en esa casa sobran demasiadas cosas, aún no ha visto una sola habitación que esté medianamente limpia. A esos tres no les hace falta una asistenta, si no una empresa de limpieza entera.
Chasquea la lengua y vuelve a recostarse mirando hacia el techo malhumorada. Se pone los auriculares de su Ipod y enciende el reproductor de música. Cuanto antes deje de pensar mejor.
Suena la canción de Don’t dream It’s over, buen tema para empezar a relajarse. La chica cierra los ojos y aspira profundamente tratando de quedarse dormida, pero solo se le vienen a la cabeza recuerdos de las últimas horas.
­­
•••

Siento todo este lío. Soy Víctor, encantadoel joven se acerca a Eider y le da dos besos. Hasta el momento ha sido la presentación más decente que ha habido en esa casa.
Víctor pasa la mano por su cabello y se reajusta las gafas dando un leve suspiro mientras observa a Alex.

            Así que…ha pasado algo con Ruth­.

La castaña pestañea sorprendida ante esa afirmación.

            Vaya, cualquiera diría que sois testigos de estas cosas a menudo.

            Era de esperar, últimamente su relación no iba por buen camino. Muchas discusiones por teléfono durante las últimas semanas. Y además… hace una pausa cruzándose de brazos y susurra­Alex no lo sabe, pero estuvo aquí el otro día recogiendo sus cosas. Tenía claro que iba a cortar su relación con él.

Ambos miran disimuladamente al catalán tirado en el sofá. Claramente está destrozado.

            Seguramente estarás cansada tras el día de hoyconcluye el chico volviéndole la mirada¿Qué te parece si mejor hablamos de tus labores mañana?

Eider se limita a asentir y Víctor divisa la maleta que la chica ha dejado en el rellano.

            Imagino que la maleta es tuya, permíteme.dice mientras agarra el equipaje y se dirige al interior del salón antes de que ella pueda contestar.

La muchacha lo observa impresionada. Realmente no tiene nada que ver con los otros dos niñatos, este sí es un hombre de verdad. Puede que sea porque tiene unos pocos años más que Alex y Gio, pero después de ver los especímenes de esa casa ya se imaginaba cualquier cosa.
Ambos se adentran en la cocina americana y la chica divisa algo que no había apreciado hasta el momento. Justo al margen derecho hay unas escaleras caracol escondidas junto a otra pequeña terracita mucho más pequeña que la del salón donde se supone que se hace la colada.
Víctor sube como puede la maleta y Eider le sigue expectante. Cuando llega arriba apenas puede ver dónde se encuentra, pues está todo a oscuras. El hombre corre unas cortinas y muestra el ático lleno de cosas.

Aquí es donde dormirás a partir de ahora.No le está ofreciendo gran cosa, podría ser por lo menos una habitación y no esa especie “trastero”, pero es lo único que tienen disponible. Sé que parece un cuchitril, pero ya verás como cambia en cuanto quitemos las cajas de la mudanza y despejemos todo un poco.

La joven se limita a forzar una sonrisa. Lo cierto es que no le hace gracia tener que dormir en ese sitio lleno de polvo, pero no le queda otra, lo están haciendo con toda la buena fe del mundo. Además no sabe porqué, pero algo le dice que al final será únicamente ella quién acabe limpiando todo ese ático lleno de cosas. Por otra parte casi lo prefiere así, se ve que la frase “orden mínimo” no tiene cabida en el vocabulario de los inquilinos de esa casa.
Víctor deja escapar un bostezo y se estira tratando de relajarse del peso de la maleta.

            Me encantaría quedarme un rato más charlando para conocerte mejor Eider, pero acabo de llegar de trabajar y estoy muerto.

            Lo entiendo, no te preocupes. Además creo que ya es tardese dispone a mirar la hora en la pantalla de móvil, pero cuando lo desbloquea recuerda que tiene toda la pantalla rota y se resigna limitándose a contestarMejor si hablamos mañana.
Este la sonríe amablemente y baja por las escaleras no sin antes informarla de que si necesita cualquier cosa se lo haga saber.

•••

Desde entonces han debido de pasar por lo menos cuatro horas. Está empezando a frustrarse. Escuchar música no le vale, necesita distraerse aún más. Justo en ese momento comienza a sonar una nueva canción y no puede evitar empezar a cantarla entre susurros.

            It’s my imagination running away or is, All this really happening to me…?

Transcurren unos segundos hasta que nota como algo roza suavemente su oreja. Tampoco es un roce exacto, más bien es  esa sensación que tiene alguien cuando le van a rozar pero aún no lo han hecho, los cosquilleos por llamarlos de algún modo. Al principio Eider no les da mucha importancia, pero al ver que esa incómoda sensación no desaparece siente un escalofrío con lo que se le viene a la mente. Ese ático está lleno de polvo y suciedad, la casa en sí es una pocilga, no sería de extrañar que hubiese algún insecto. ¿Y si le está rozando una araña la oreja o algo parecido?
Abre los ojos de par en par nerviosa y lleva su mano derecha a la oreja, pero en vez de tocarse el oído da con una cosa grande en movimiento que trata de quitarle los auriculares, parece…¿una mano? Se inclina del colchón nuevamente dando un asustado grito y al mirar a su lado ve una silueta que le ha sido bastante relevante desde que ha llegado a Madrid.

            ¿Porqué pegas ese grito?, ¿estás loca?

Eider lleva su mano al pecho e inspira más calmada. Alex está sentado justo en el otro extremo del colchón.

            —¡¿Se puede saber qué haces tú aquí?!

            —¡Shhhhhhhh!­el castaño lleva su dedo índice a los labios indicando silencioBaja la voz, vas a despertar a todos.

Alex recibe una mirada aún más confusa por parte de la chica, quién mira desconcertada de un lado para otro como si hubiese más gente cerca.

            ¿Qué hora es?

            Las 2.30su tono suena un tanto seco, pero al momento trata de enmendarloEstaba empezando a arrepentirme de venir a hablar contigo por si te despertaba. Pero como me he asomado y he oído que estabas cantando…

La chica siente como sus mejillas empiezan a arder de la vergüenza. No es que le importe que su gente cercana la oiga desafinar mientras canta, pero que una persona a la que apenas conoce desde hace 24 horas sí. Alex lo nota y deja salir una divertida sonrisa.

            Eh, tranquila. Tampoco lo hacías tan mal, pero debes practicar un poco más los agudos. Llegas a notas que sólo pueden oír los perros.

¿Qué quieres?ella trata de cambiar de tema rápidamente. No son horas para estar aguantando burlas sobre su falta de oído musical.

Alex desvía la mirada al suelo mordiendo su labio inferior mientras sacude la pierna repetitivamente y Eider recuerda el tipo de reacciones similares que ha tenido durante la tarde. Salta a la vista que es un chico bastante inquieto.

            Verás, yo venía a pedirte disculpas. No solo por lo de la estación, si no también por lo que ha pasado esta tarde.

Esas palabras han sido tan imprevistas que la chica abre la boca de par en par.

            Últimamente a mi novia…bueno, ex novia y a mí no nos iba muy bien y de alguna manera creo que lo he pagado contigoempieza a explicarse moviendo cada vez más rápido su pierna, lo cual a Eider le pone nerviosaTe juro que lo del móvil no lo he hecho a posta. Antes de ir a buscarte estábamos discutiendo en su casa y entre los nervios y todo lo demás no estaba muy centrado cuando he llegado a Chamartin. Así que por todo eso, lo siento.

Está diciendo la verdad, se nota. Lo cierto es que desde que lo conoció en la estación se ha comportado de manera muy grosera, pero al menos ahora reconoce sus errores.

            Tranquilo, estás perdonado. Yo por mi parte siento mucho lo que ha pasado con tu novia.agarra un mechón de su cabello y lo estira mientras dice lo siguiente algo apenadaNo debí haberme metido en medio. Creo que sólo ha servido para empeorar las cosas.

El chico no responde a eso último y Eider se siente aún peor. Seguro que coincide con ella en que ha sido mala idea entrometerse y la estará culpando internamente por el resto de su vida.
Transcurren pocos segundos de silencio hasta que la chica trata de romper el hielo y cambiar de tema.

            Así que haces películas, ¿eh?

Este la mira sorprendido, no entiende de dónde ha sacado esa información hasta que la chica se explica.

            Le oí a Ruth decir esta tarde que estabas buscando ideas para tu nueva película. ¿Estás en el mundillo cinematográfico?

            AhAlex deja salir una extraña sonrisaEn realidad no. Se trata de un proyecto para la universidad. Estoy estudiando audiovisuales y me he propuesto hacer un corto como trabajo de fin de grado. Lo presento en julio.

            ¿Es tu último año en la universidad?

            Sí. El año pasado me quedaron algunas asignaturas de tercero y cuarto porque apenas pasaba por clase. No fue un buen año que digamos…Ahora las estoy recuperandodice en tono incómodo mientras se rasca la nuca de manera instintivaSé que todavía queda mucho para la exposición del TFG, pero quiero empezar a idearlo cuanto antes.

            Así que es eso. Pensé que te dedicabas a dirigir o algo parecido en tu tiempo libre. Como dijiste que necesitabas ideas para tus historias.

Ante esa mención Alex alza la vista al techo y se retuerce incómodo. Es entonces cuando empieza a palmear con la mano derecha sobre su rodilla. Otra vez parece alterado, ¿es que no se está quieto nunca?

            Cuando hablaba de historias no me refería exactamente a historias para una películapor el tono de su voz se nota que se está poniendo nervioso, como si no quisiera hablar mucho respecto a eso. No obstante Eider sigue curioseando.

            ¿Y si no son para una peli para qué son?

       ¿Podemos cambiar de tema?la corta directamente de forma bruscaNo acostumbro a que una persona a la que acabo de conocer pregunte tanto por mi vida privada.

Vale. Ya le ha quedado muy claro, su naturaleza es la de ser un puto borde. La chica se tapa con las sábanas ofendida mientras se tumba dándole la espalda.

            En ese caso no te pienso preguntar nada más. Ale, ahora que te has disculpado y tienes la conciencia tranquila puedes marcharte.

Alex denota que la nueva inquilina está molesta y suspira fastidiado al mismo tiempo que deja la mirada en blanco. Realmente es difícil complacer a una mujer. Ya tenía suficiente con Ruth y por si fuera poco le traen a una chica de peor carácter.

            Oye, estoy tratando de ser simpático, ¿vale? Ya que vamos a vivir juntos pensé que sería propicio empezar de cero y hacer de nuestra convivencia algo agradable.

            Ibas por muy buen camino hasta que me has contestado como un neurótico—.Normalmente Eider tiene una paciencia increíble con ese tipo de personas, pero este especialmente la saca que quicio.

El chico chasquea con la lengua y realiza repetitivas veces sus tics nerviosos. Finalmente pregunta.

            ¿Y tú que has hecho? Me pareces demasiado joven para estar trabajando en algo como esto.

            Quería cambiar de airesse limita a contestar la vasca.

            Ey, eso no me vale. Yo te he contado mucho más.

Eider piensa lo injusto que es que le esté exigiendo algo así teniendo en cuenta cómo acaba de ponerse él por preguntarle acerca de sus misteriosas historias. No obstante se gira para responder.

            No he ido a la universidad. Cuando salí de bachiller me dediqué a hacer grados superiores. Y sí, tengo 22 años y soy demasiado inexperta como para estar trabajando para gente de mi edad.

            De hecho eres más joven que yo. Tengo 23. —la interrumpe el castaño mirándola de arriba a abajo.

            Pues eso. El caso es que por cuestiones de la vida, que no pienso contarte porque tú tampoco me hablas de tiremarca claramentehe llegado a Madrid.

El reprochado deja salir una pequeña y curiosa carcajada.

            Al menos dime que clase de FP has estudiado.

            Diseño gráfico y producción editorial.

La mirada de Alex cambia por completo ante esa información. Ahora mira a su compañera como un niño pequeño mira un coche de carreras. Eider puede percibir un brillo especial en sus verdosos ojos desde que ha dicho eso, cosa que le atrae pero a la vez le incomoda un poco. Para rematar el chico acaba de suspirar de manera feliz.

            ¿De verdad eres artista gráfica?

Se lo parece a ella o esa pregunta la ha dicho en un tono…¿emocionado?

            Emmm…sí, se puede decir que sí.

Alex no puede reprimir una pequeña sonrisa y se queda totalmente callado. Eider no sabe como interpretar eso. 
Unos segundos de silencio invaden el ático y la chica no deja de pensar en lo tensa que está. Nunca le han gustado esos vacíos sin habla durante las conversaciones, hasta que para su deleite el joven de pelo caoba por fin consigue gesticular palabra.

            Bueno Eider…tengo que irme a la cama, es tarde.

Esa frase la ha descolocado por completo. ¿Qué?, ¿a la cama?, ¿después de esa reacción?

El chico mete la mano en el bolsillo de su pantalón y saca un móvil Samsung Galaxy.

En realidad he venido a disculparme y a proponerte un cambio temporal.

Vale, ahora sí que no entiendo nadaresponde directamente confundida.

Alex ve el móvil de Eider sobre la cama y lo coge sin permiso.

            Entiendo que ha sido culpa mía que tu pantalla se haya roto. Y supongo que durante los próximos días vas a tener que realizar llamadas a tu familia para que sepan como estás y demás. Así que haremos una cosa, intercambiaremos los móviles hasta que puedas comprarte uno nuevo. Tú te quedas con el mío y yo con el tuyo. Sólo tenemos que cambiar las tarjetas.

La vasca queda anonadada, ¡ese chico es absolutamente impredecible! Tan pronto es un grosero de cuidado como puede ser la persona más amable del mundo. Que desconcertante.

            No hace falta Alex, en seriose muestra agradecida por el ofrecimiento, pero no le gusta tomar prestadas cosas de los demás.

            Insisto, al menos hagamos el intercambio por unos días y vemos si Gio puede buscarte un chollo barato entre sus contactos.

La chica enarca una ceja sonriendo levemente.

            —¿Gio?

Este suelta la carcajada más audible que ha oído desde que lo conoce.

            Hay muchas cosas que irás descubriendo de nosotros.

Antes de que pueda responder baja las escaleras despidiéndose con la mano y Eider le da las gracias por el detalle, aunque no sabe si la ha oído, porque no ha obtenido respuesta.
Ha sido una charla muy extraña, pero al mismo tiempo de alguna forma ha conseguido que le anime lo que queda de noche. Ahora al menos podrá dormir más tranquila sin someterse a la presión de sentir que ha roto una pareja…bueno, más o menos.
Se tumba boca arriba con una leve sonrisa y antes de cerrar los ojos no puede evitar susurrar.

            Chsk, que tío más raro.

2 comentarios:

  1. :3 !Quiero más!!!!
    Esa casa es una puta locura, y ese Alex?!
    Joooo quiero saber que pasará esto tiene buena pinta :)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias por tu comentario y tomarte las molestias de leer Adela :')

      Eliminar